Viaje a Suiza (V): Interlaken

Para nuestro último día en Suiza teníamos reservada la que al final resultó ser, como esperábamos, la mejor visita. Tuvimos que madrugar y ponernos en camino temprano ya que desde Yverdon tardábamos un ratito en llegar y queríamos exprimir el día al máximo.

 

Interlaken se encuentra en la parte alemana de Suiza, al este del país. Es un inmenso valle en medio de los alpes franceses coronado por los picos del Mönch, Eiger y el Jungfrau que alberga el glaciar Aletschgletscher. Las gigantescas montañas se levantan desde las orillas de los lagos Brienz y Thun y en un pequeño trozo de tierra entre los dos se sitúa el pueblo de Interlaken.

 

El paisaje es difícil de describir pero resulta impresionante verlo. Para mí uno de los parajes más bellos que he visto hasta ahora. Ver el lago, las montañas nevadas, el glaciar, las casas… todo en un golpe de vista, me alucinó.

 

Entramos por el Thun y decidimos ir hasta el centro en Interlaken Este. Subimos todo lo alto que pudimos para ver la montaña y porque nuestros dos acompañantes pretendían esquiar. El viento les fastidió el día porque las pistas estaban cerradas, así que se unieron a nuestra ruta. Paseamos un rato adentrándonos por un camino por la montaña y nos tiramos un poco de nieve. La vista del glaciar es impresionante. Después volvimos a bajar.

 

Teníamos dudas sobre si seguir subiendo hasta el pico más alto, el Jungfrau, para contemplar la que dicen es la mejor vista de Europa. La duda era simplemente económica, ya que hay que subir unos 6 kilómetros en un tren cremallera escalando la montaña y el mini-paseito cuesta 90 euros por barba.

Preguntamos y nos dijeron que con el viento que hacía y la niebla no estaba subiendo casi nadie porque no se veía absolutamente nada. Así que nos quedamos con las ganas… Creo que tendremos que volver algún día para verlo.

 

Empezamos a bordear los pueblecitos del lago por Grindellwald, Iseltwad y Boningen. Paramos a comer un rápido kebap y continuamos por Beatenberg, Spiez, Faulassee y Leissigen. Creo que los 4 estuvimos de acuerdo en el maravilloso paisaje. Muertos de cansancio y con la satisfacción de haber aprovechado nuestros días en Suiza, volvimos a casa. Nos dejábamos Zurich, Basilea y Lucerna por ver, pero había merecido la pena. Tendremos que volver.

 

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2 comentarios

  1. Pues la verdad es que imagino que lo dices sin conocerme, porque nada más lejos de la realidad….. Pero bueno, cada uno es él y sus circunstancias en cualquier caso….

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