Emma Larkin es el pseudónimo bajo el que escribe una periodista estadounidense que ha pisado en varias ocasiones Birmania para contar una pequeña parte de su historia. Teniendo en cuenta que se ha colado en este país para narrar realidades que no gustan a los que mantienen el poder con una dictadura militar, sobra explicar por qué la necesidad de firmar con pseudónimo.

Myanmar es una de las dictaduras más antiguas y brutales que existe actualmente. Cosas del destino, allí es donde George Orwell ejerció como oficial de la Policía Imperial y de donde saldría espantado al comprobar la brutalidad con que los británicos trataban a los indios en la década de 1920.

Precisamente esto fue lo que Orwell contó en «Los días de Birmania», tal como os decía en el post anterior. Pero la experiencia de vivir en la Birmania ocupada por los británicos marcó mucho al escritor. Tanto lo hizo que 3 de sus obras acabaron formando lo que Emma Larking llama una especie de involuntaria trilogía de Orwell sobre Birmania:

  • «Los días de Birmania» donde cuenta con enorme asco la vida diaria de los británicos con los indios al final de época colonial antes de la Segunda Guerra Mundial
  • Poco después de la independencia de Birmania en 1948, un dictador militar aisló al país del mundo exterior e impuso el camino birmanio hacia el socialismo, convirtiendo al país en uno de los más pobres de Asia. La misma historia se relata en «Rebelión en la granja«, una novela alegórica sobre una revolución socialista que se va al traste, en la que un grupo de cerdos derroca a los granjeros humanos para montar una sociedad igualitaria pero que acaba llevando a la granja a la ruina.
  • Y, al final, la descripción que Orwell hace de un país gobernado por un Gran Hermano que lo vigila todo en «1984« es un retrato de la Birmania actual, una de las dictaduras más represivas del mundo.

En «Historias secretas de Birmania: a la sombra de George Orwell» Larkin se propone hacer un recorrido por los lugares en los que el escritor británico vivió durante sus 5 años de estancia en Myanmar: Mandalay, el delta del río Irrawaddy, la ciudad portuaria de Moulmein y las montañas del norte.

La autora siente curiosidad por descubrir qué llevo a Orwell a amar y odiar tanto a la vez Birmania. ¿Por qué salió espantado de su vida en la colonia y volvió a Inglaterra para ser escritor? ¿Por qué después de casi 25 años lejos de Birmania y cuando estaba a punto de morir se inspiró en este país para el borrador de otra novela?

Este recorrido le sirve de excusa no sólo para visitar estos puntos en el mapa, sino también para hablar con personajes locales y retratar el momento que atraviesa un país con un sistema educativo roto, una desalfabetización preocupante, una agricultura que antes era potentísima y ahora es casi inexistente, un vergonzoso sistema de censura, inexistencia de pensamiento disidente…

 

 

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