En Madrid me parecía un auténtico suplicio meterme en el metro por la mañana y hacer transbordo en Avenida América para ir a trabajar. Parecíamos un auténtico rebaño de borregos. Una marea humana moviéndose apretada en diversas direcciones.
Hoy veo una foto que manda montejucar por plurk y me hace pensar que el metro, comparado con este autobús escolar, es una auténtica delicia. Se supone que esto es el transporte para las escuelas de los niños de Nueva Delhi.
Igualito que al autobús de los Simpsons, donde lo peor que te puede pasar es que nadie se quiera sentar junto a ti.