Los que me conocen saben que una de las cosas que más disfruto haciendo es viajar. Hoy es ése día del año en el que tengo cosquillas en la barriga porque se que empieza una nueva aventura: viajar a otro país para descubrir otra manera de entender la vida, otras costumbres, otras gentes, otras ideas, otros paisajes, otros climas…
Llevo la maleta cargada con la ropa justa y un planning de viaje preparado con mucho trabajo para que todo encaje y podamos conocer a fondo uno de los países que tenía en mi lista de destinos por conocer antes de cumplir los 40 (¡ojo, que para eso aún queda!).
Llevo lo necesario: dinero, pasaporte, la guía Lonely Planet a la que siempre soy fiel y el Kindle lleno de libros de Perú. Y también lo más importante: la cámara de fotos, más baterías y tarjetas de memoria de las que necesito y un cuaderno en blanco que se convertirá en mi diario de viaje y al que dedicaré como siempre la última hora de cada día para pensar sobre lo que he visto, fijarlo en la memoria y escribir para después contarlo.
Voy a pisar sitios con los que he soñado mil veces: Arequipa, Cañón del Colca, Cuzco, Aguas Calientes… Voy a subir a MachuPichu, voy a dormir con los Uros en mitad del Lago Titicaca y voy a ver un trocito de Amazonas en Puerto Maldonado… Voy a hablar con mucha gente, a esquivar la mala uva de las llamas, a beber Pisco Sour y a comer ceviche y todo lo demás que caiga en mi plato.
Este año Agosto es para América y Perú, con permiso de mi querida África. Voy a pasarlo muy bien y prometo contar lo que pueda desde allí pero, sobre todo, disfrutarlo, fotografiarlo y fijarlo en la memoria para contarlo a la vuelta. ¡Allá vamos!
Te dejas Huaraz, uno de los sitios más impresionantes de Perú pero dicen que siempre hay que dejarse algo para volver 😉
Disfruta mucho, Perú es hermoso! Te encantará!
No podía ser todo. Pero ya lo has dicho tú. Hay que dejarse algo para poder volver 🙂