Porque quiero seguir ejerciendo mi derecho a votar. Porque no creo en el proyecto de ninguno de los políticos que me ofrece Sevilla, que es donde me toca echar la papeleta. Es más, no es que no crea en sus proyectos, es que no creo en ellos.
Ayer miles de personas se echaron a la calle en todo el país para exigir que la democracia vuelva a ser real. Casi ningún medio se interesó de verdad por la noticia. Algunos se quitaron el cargo de conciencia de no sacarla haciendo alusión a algunas concentraciones de «parados, desahuciados y demás marginados». Hasta donde yo se, muchos no éramos nada de eso.
Mientras tanto, los propios implicados iban contando la verdad en twitter bajo unas etiquetas que se llenaban de información, declaraciones, fotos, vídeos… #15m #15mani #nolesvotes
Los candidatos de Sevilla ayer callaron y hoy nos empiezan a bombardear en twitter contando su agenda semanal. Entérense. @zoidoalcalde @juanespadas @iusevilla @pilaresdiferente @Isabel_Ceballos: ¡No nos interesa su agenda semanal, nos interesa que hablemos de algo serio!
Por suerte, aún quedan algunos medios que quieren contar estas cosas bien. Y los hay que reflexionan y dicen con increíble claridad lo que está en la mente de muchos. Si no, lean a Rodolfo Serrano hoy.
Miles de jóvenes –dicen los periódicos- han salido a la calle el pasado día 15. No les ha llamado ningún partido político. Y no han pedido el voto para nadie. Un desastre porque son jóvenes, preparados, hartos, indignados.
Es una juventud desencantada. (…) Nadie les ofrece nada. Y ellos se echan a la calle ahogados por la falta de trabajo, por la falta de vivienda, por la falta de esperanza. (…)
Dentro de unos días la gente –ojalá que mucha- se echará a la calle a votar. Pero me temo que estos jóvenes no lo harán. No se sienten representados por ningún partido. Y a ninguna organización política parece importarle demasiado. (…)
Se equivocan los partidos. Se equivocan los candidatos que no han sabido o querido buscar a esa juventud desesperada. Estos jóvenes sin incentivos, con un futuro en el que sus pensiones, sus trabajos, sus viviendas, están en el aire, un día arrasarán con todo. Abandonarán a los políticos, buscarán nuevos horizontes, se darán cuenta de que en sus manos está la fuerza del cambio.
No hablo hoy de elecciones locales. ¿Para qué? hablo de esta juventud que está fuera. Que ha salido a la calle sin que nadie la convoque. ¿Cómo es posible que no preocupe el hecho de que miles de jóvenes se movilicen sin, aparentemente, nadie detrás, fuera del sistema?
Tal vez porque nadie quiere ver en estos jóvenes el futuro. Tal vez porque estos chavales han renunciado al voto. Tal vez porque las listas electorales las conforman gentes que, en su inmensa mayoría, les dobla o les triplica la edad. Gentes que, todavía se preguntan: ¿Pero qué quieren estos?
Actualización 28.05.2011.- Después leer muchos comentarios y opiniones de vosotros, quiero intentar poner un poco de claridad en el asunto. No es lo mismo votar en blanco que votar nulo. El voto en blanco es un voto válido, que sí cuenta para el cómputo final de los votos, que NO va a las fuerzas mayoritarias y que, por el sistema de reparto que tenemos en España, puede perjudicar a las fuerzas minoritarias porque hace que el saco de los votos sea más grande y el 3% que las minorías necesitan para salir representadas suponga conseguir un mayor número de votantes.
Por otro lado, el voto nulo es un voto ambiguo, que no se atiene a las reglas de votación, que NO suma en el cómputo global de votos emitidos, con lo cual es muy mala opción si lo que quieres es expresar disconformidad o cambiar en algo las cosas.
Hay alguien que lo explica mejor que yo: la diferencia entre votar en blanco, abstenerse y el No les votes.