Esta tarde al salir del trabajo, no he tenido más remedio que acordarme de la película «El ladrón de bicicletas» de Vittorio de Sita. Esta cinta narró en 1948 la historia de un hombre en la Italia de después de la Segunda Guerra Mundial. Desesperado por encontrar empleo y en una situación precaria, le proponen trabajar como pegador de carteles. El único problema es que debe hacerse con una bicicleta. Por desgracia, en su primer día de trabajo un ladrón le roba la bicicleta. De nuevo desesperado, iniciará la búsqueda del ladrón para recuperar su empleo.Pues algo parecido es lo que debe haberle pasado a algún personaje bastante poco deseable esta mañana en esta ciudad. Como Sevilla está estupenda desde que han hecho carril bici por todas partes, me compré una bici hace unas 4 semanas y he estado tan contenta con mi bici este tiempo. Iba al trabajo en bici, volvía en bici, paseaba en bici…
Pero un indeseable desconocido ha decidido robármela esta mañana y cuando he salido de la oficina me he encontrado con un candado cortado en el suelo en el lugar en el que debía estar mi vehículo.
Claro está que apoyo la iniciatia del ayuntamiento del carril bici, una idea que me parece perfecta y de la que ya están disfrutando y beneficiándose muchos. Pero un carril bici no se planta en una ciudad sin más. Es necesario que lo acompañen de aparcamientos idóneos, con sistemas seguros para poder dejar las bicicletas e irnos tranquilos sin que el corazón se nos acelere al volver pensando en si estará o no estará….
Yo me he quedado sin bici y he denunciado, pero estoy segura de que estoy mismo le pasará a muchos más… A ver si entre todos, conseguimos soluciones.