Alucino con una noticia que he leido esta mañana en El País. Resulta que los becarios ahora no sólo tienen que enfrentarse a los inconvenientes de su «trabajo» que son habituales y que no les queda otra que aceptar. Véase: un horario indefinido, un contrato basura, vacaciones cuando se puede, sueldo irrisorio o incluso inexistente, escasas o nulas posibilidades de promoción…. etc etc etc etc etc
Ahora también hay que tener los ojos bien abiertos para que quienes nos «becan» no nos engañen sin que ni siquiera nos demos cuenta. Varios alumnos de la Universidad de Sevilla han denunciado a 3 profesores por estafarles y quedarse con parte de sus ayudas.
Se les acusa de apropiarse entre los años 2000 y 2003 de un total de 82.406 euros de ocho becarios, a los que contrataron dentro de un programa financiado por la Unión Europea. Según las acusaciones, el director del proyecto, M.P.P., profesor de la Facultad de Derecho, acordó verbalmente con los becarios una asignación mensual de 300 euros, pese a que las bases de las ayudas preveían una retribución de 1.322 euros al mes en la primera anualidad y 1.520 euros en las dos sucesivas.
Hay que tener muy poca ética y muchísima cara dura y poca vergüenza.