Hubo alguna gente que en Mayo me decía irónicamente: «Vaya, te encanta Hugo Chávez ¿no?». En ese mes, publiqué varios post sobre una medida del gobierno Venezolano (si es que se le puede llamar gobierno) que me parecía inaceptable en un país que dice tener democracia.
Me refiero al cierre de la televisión venezolana RCTV, que vio interrumpidas sus emisiones el pasado 27 de mayo gracias a una nueva demostración de este tipejo de que no es más que otro dictador en América Latina.
A pesar de las movilizaciones y protestas contra el cierre, no había nada que hacer. Chávez acusaba a la cadena de golpista y de apoyar las rebeliones contra el gobierno venezolano, motivo por el que no le renovó la licencia. Sin embargo, sí la ha traspasado a una nueva cadena estatal que usa para hacer más de esa propaganda personal a la que nos tiene tan acostumbrados.
Hoy me entero por «El País» de una nueva demostración de la buena política que hacen Hugo Chávez y su séquito. El juez Baltasar Garzón criticó -como muchos otros- el cierre de RCTV; ahora, altos cargos del gobierno chavista lo insultan por estas críticas.
Garzón ha participado en Caracas en una conferencia organizada por la patronal industrial venezolana. A las respuestas de los periodistas sobre el cierre de la cadena, contestó tajantemente que «cerrar un medio de comunicación no es el mejor sistema para garantizar la libertad de expresión».
Nicolás Maduro, ministro de Exteriores, ha dicho que la visita del juez a su país ha sido “triste y cobarde”. Las críticas también le han venido de Luisa Estela Morales, presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, quien ha dicho que Garzón «vino como un mercenario a parcializarse con una posición que no le estaba dada».
Mientras tanto, hay quien cuestiona que Garzón haya recibido de parte de representantes del canal RCTV y de periodistas documentos sobre la cancelación de la licencia de transmisión del canal privado.