Después de unas semanas de ocio e inactividad en la red, vuelvo de nuevo a escena con un añito más. He pasado 3 semanas fabulosas aprovechando para descansar, viajar y estar con gente a la que normalmente no puedo dedicar demasiado tiempo.
¿Lo único que he echado en falta? Dedicar algo de tiempo a la gente que he dejado «abandonada» en Madrid y a los que tengo que decir que echo de menos. Pero el tiempo no daba para más y además muchos estaban de vacaciones, por lo que pospongo la visita.
La vuelta hace una semana y media fue frenética. Tres semanas sin pasar por la oficina dan para mucho y tenía el trabajo amontonado por encima de la mesa. Ahora las vacaciones me están pasando factura y no hago otra cosa que no sea trabajar. He de terminar todo lo que hay pendiente antes del jueves para ver si mi jefe me deja ir a Berlín con mis rhumanas (la boda de una amiga, es una ocasión que lo merece…).
Vuelvo hoy con la resaca de mi cumpleaños. Ya he cumplido 1/4 de siglo; poco para unos, mucho para otros. La celebración ayer estuvo bien, aunque fue recogida.
–
¿Regalos? De momento unas gafas preciosísisisisimas (prometo un post con foto) y unas zapatillas de Hello Kitty. Espero que lleguen más…. jijijijiji.
–
¿La celebración? Cena íntima en un restaurante fabuloso en el centro de sevilla. En pleno barrio de Santa Cruz, El Callejón del Agua. Un sitio un poco para turistas y algo caro, pero que merece la pena pagar sólo por el ambiente. Un patio en pleno centro, música de fondo, velas, muchas plantas, buena comida y un buen vino acompañando. Los postres no merecían la pena, así que después nos fuimos a Rayas a comernos un magnífico helado.
¿Resultado? Una noche inolvidable. Cierta individua se bebió casi toda la botella de vino ella sola (tuve que pedirle media botella de vino más porque me dejaba sin nada) y cuando llegó el momento de abandonar el restaurante, no había manera de levantarla. De ahí las numerosas llamadas que algunos recibisteis contando la anécdota.
Gracias a todos los que os acordásteis de la fecha. Disculpas a los que me llamaron pero no consiguieron hablar conmigo. Demasiadas llamadas y poca batería acabaron con mi móvil impidiéndome devolver todas las llamadas; pero me doy por felicitada. Y para los que se olvidaron, pues no pasa nada. La fecha es bastante fea y fácil de olvidar, así que tranquilos.
PD Las fotos son del restaurante. No salen demasiado bien porque están hechas con el móvil, pero así os hacéis una idea. Mi cara deja bastante que desear, pero es lo que hay.