ME GUSTA … "The Power of Us"

Me gusta escuchar cada vez a más gente hablando de las nuevas posibilidades de internet, creándose un blog, subiendo videos a You Tube, haciendo su selección de fotos en Flickr o metiéndose en espacios como Facebook.

El último año en la facultad de periodismo, se empezaba a hablar de los importantes giros en las nuevas tecnologías y todos los cambios que traerían. Desgraciadamente, no lo hacíamos en las clases. A mí me metieron en estos asuntos Moeh y Rosa. Por cierto, aprovecho para dar las gracias.

Me gusta ponerme al día en esto de la Web 2.0. Confieso que hace un año este término me sonaba a chino mandarín. Ahora puedo explicar (sólo más o menos con una vaga idea) lo que es. Me gusta poder hablar de una evolución de las aplicaciones tradicionales hacia una generación de webs que se basan en el intercambio de información y la interacción de sus usuarios. Eso es la web 2.0, la posibilidad de compartir información, construirla conjuntamente, intercambiar cosas.

Me gusta también hablar de periodismo ciudadano. Ayer Chiqui escribía sobre este tema, de cómo han cambiado las cosas en la relación entre medios de comunicación y receptores. Ahora la relación es bidireccional y cabe la posibilidad de interactuar. Es necesario definir como dice qué es la participación ciudadana en los mass media.

Me gustan también algunas de las ideas que deja un artículo de Javier Celaya en la revista DosDoce, «Mitos y realidades de la Web 2.0«. Una reflexión sobre los cambios de las nuevas herramientas comunicativas y su potencial en el fomento de la lectura y la escritura. Celaya dice que toda la revolución de internet «no ha hecho más que empezar«. Lectura muy recomendable.

Por eso es necesario reflexionar y evolucionar sobre las oportunidades que nos brindan las nuevas tecnologías sociales para sacarles el máximo jugo.

Pero sobre todo me gusta entrar cada mañana en todos los blogs de amigos para buscar información y encontrarla para todos los gustos, me gusta saber de los que están lejos a través de Facebook, me gusta ver sus fotos en Flickr, me gusta recibir 20 mails de amigos al día y me gusta ver a gente enganchada a una radio todas las tardes a través de internet. Esto es sintomático de un cambio que ya empezó hace tiempo.

Lo he dejado claro… Me gusta.

UNA DE FARAONES

Estoy segura de que nunca se me va a olvidar el viaje que hice hace dos años a Egipto. Ha sido uno de los mejores regalos de mi vida. Acababa de terminar la carrera y mi madre me sorprendió viniendo conmigo a este magnífico país. Esperaba el viaje con ansia. Era uno de esos destinos que desde pequeña me fascinaba (quien conozca a mi madre no se extrañará de mi obsesión por viajar) pero un país que al mismo tiempo me daba un poco de miedo visitar. Creo que las dos teníamos los mismos pequeños miedos y sin pensarlo demasiado, nos atrevimos a ir. Acertamos.

Primero estuvimos 4 días bajando en barco por el Nilo. Empezamos en Karnak y fuimos pasando por Luxor, el Valle de los Reyes, Edfu, Komombo, Aswan, Philae hasta llegar al lago Nasser. Allí nos esperaba la majestuosidad de Abu Simbel (la montaña pura). Para mí, lo mejor. Ver amanecer dentro del templo de Ramsés II y contemplar cómo entran los primeros rayos de sol es sencillamente alucinante.

Después, 3 días en el Cairo. Con tiempo para todo, hasta para pasar miedo. Esta ciudad en sí es caótica. De lo mejor, el museo y por supuesto el conjunto monumental de las pirámides de Giza. Todavía me acuerdo del madrugón para entrar en la Gran Pirámide de Keops. Para conservarla, sólo permiten entrar a 50 personas al día. Antes de que amaneciera, la cola ya era considerable.

Cuando abrieron las puertas, me acuerdo de correr y correr durante unos 800 metros hasta la taquilla para estar entre los afortunados. Tuvimos que luchar contra una excursión de chinos, pero mi madre y yo (junto con 4 acompañantes de lo más peculiar que fueron nuestros amigos de viaje) fuimos de los primeros en entrar.

Sólo cuando estás dentro, comprendes esa frase… «El hombre teme al tiempo. El tiempo teme a las pirámides».

Me gustaron más los días de crucero que el Cairo. Pero fue alucinante la visita al Museo Egipcio. Me trajo nostálgicos recuerdos de cuando de pequeña decía que quería ser arqueóloga. Sólo 4 días antes habíamos visto las tumbas del Valle de los Reyes. La de Tutankamon no se puede visitar (tampoco se echa de menos porque son todas parecidas), pero todo lo que contenía lo teníamos en el museo.

Miraba con fascinación todo lo que había pertenecido al «Rey niño«: su trono, su tumba, su momia, su máscara, su bastón de mando, su diadema… La tumba la descubrió por casualidad el británico Carter en 1922 en una de sus múltiples expediciones. Dicen que cuando miró por primera vez al interior, no se podía creer que fuese real lo que veía. Sólo acertó a decir que había «cosas maravillosas» y que allí «el tiempo parecía perder su significado ante un espectáculo que recordaba tan vívidamente los solemnes ritos de una civilización desconocida».

La tumba de Tutankamon siempre ha estado salpicada de misterios. Y a mí en ese momento estar rodeada de todos ellos me alucinaba. Pensaba en si sería verdad que había muerto asesinado víctima de un gran golpe contra el poder faraónico o si simplemente como dicen otros murió al caerse de un caballo o cazando.

Cuando miraba la gran estructura dorada que recubría su tumba, pensaba en toda la riqueza del antiguo Egipto. Ahora Londres acoge una de las más grandes exposiciones sobre el faraón. «Tutankamon y la edad de oro de los faraones» es esperada por muchos con ansia. Dicen que ha regresado la fiebre faraónica, pero ¿alguna vez se fue?

Si tuviera pensado ir a esa ciudad este año, aprovecharía la ocasión. Pero con Berlín, la visita a Suiza de rigor a ver a mi hermano y alguna escapada para ver a mis amigos en Madrid, voy despachada hasta el verano. Me lo voy a perder, así que me quedo con aconsejarla para todo el que pueda ir. Aunque claro está, aconsejo visitar Egipto cuando el río esté menos revuelto. Tengo en mi lista muchos países, pero espero volver. Que nadie se extrañe, «Tut is back».