LOS TROGLODITAS EXISTEN

Ayer creo que debía estar cansadísima porque sufrí una alucinación. O eso, o fui testigo de una experiencia paranormal. Ahora entiendo cómo se sentía la gente de Jurassic Park. Como si de una película de ciencia ficción se tratase, por unos minutos, me trasladé a la prehistoria y pude ver en primera persona a dos trogloditas a menos de un metro de distancia de mí.

Puedo decir que los trogloditas todavía existen y deben vivir en una especie de pleistoceno paralelo instalado en Sevilla cerca de Nervión. La cosa es que no son reconocibles porque, a primera vista, parecen personas normales viviendo en pleno siglo XXI.

A lo que voy. Ayer, como de costumbre, fui al gimnasio. Al salir de la clase de rigor, una ducha antes de irme a casa. Cuando estoy terminando de vestirme, empiezo a escuchar ruido fuera de los vestuarios. No le dí importancia.

Cuando salgo, me encuentro con el numerito. Dos auténticos trogloditas quejándose y dando gritos. Al principio pensé que debían estar defendiendo algo importantísimo, porque estaban muy alterados. Cuando me enteré de lo que pasaba, sólo pude compadecerme de ellos y pensar en que, afortunadamente, cada vez quedan menos mentes tan retrasadas como las suyas.

Repetían una frase: «No hay derecho… es que, no hay derecho». Según argumentaban, no les parece aceptable que sólo haya en el gimnasio dos vestuarios: uno para mujeres y otro para hombres. Decían que ellos no tienen por qué aguantar a los gays que van al gimnasio; les incomoda vestirse delante de estas personas y dicen sentirse observados mientras se cambian de ropa o se duchan. Según sus cabecitas, debería haber 4 vestuarios: hombres normales, mujeres normales, gays y lesbianas.

Les podíamos poner un simbolito en el carnet a los homosexuales para que así no puedan colarse en el vestuario que no les corresponde. O poner un portero a la entrada que te pregunte «Perdone señorita, ¿es usted normal o lesbiana?». O mejor aún, ya puestos, contratar a un psiquiatra que les haga un buen lavado de cerebro porque esta gente descarriada seguro que no está bien.Me parece patético que haya gente así. Es de trogloditas. Además, si tanto pudor les causa el desnudarse delante de más gente, para algo hay vestuarios cerrados donde nadie tiene por qué verte. Y ahora digo yo lo mismo «No hay derecho… es que, no hay derecho».

¡¡EN QUÉ MUNDO VIVES!!

Esta mañana he tenido que escuchar en la radio a un tipejo decir que el Ku Kux Klan es una organización religiosa que hay que respetar como tantas otras. Sigo sin entender en qué mundo vive la gente que piensa de esta manera.

El Ku Kux Klan es una organización terrorista norteamericana. Entre otras perlas, se dedican a predicar la supremacía de la raza blanca, el antisemitismo, el racismo y la inferioridad de la raza negra. Esta organización terrorista secreta se creó durante el periodo de la Reconstrucción que siguió a la Guerra Civil estadounidense y se fue extendiendo durante todo el siglo XX.

Después de la guerra, llegó la filosofía de la igualdad a Estados Unidos. Los miembros del Klan aseguraban que los negros eran una raza inferior, por lo que no podían consentir ver a los que habían sido sus antiguos esclavos en condiciones de igualdad y en ocasiones accediendo a cargos de importancia social, política y económica.

Se convirtieron en una organización ilegal para defender la supremacía aria. Desde el principio, hicieron de todo. Escondidos bajo túnicas y ocultando sus rostros con capirotes blancos, los hombres del Klan actuaron contra los oficiales públicos y contra los negros en general para evitar que votaran, accedieran a cargos públicos o ejercieran sus recién adquiridos derechos civiles. Habitualmente quemaban cruces en colinas o cerca de las casas donde vivían aquéllos a quienes deseaban atemorizar. Cuando tales tácticas fallaban y no producían el efecto deseado, eran capaces de azotar, mutilar y asesinar a sus víctimas.

Muchos expertos dicen que en las últimas décadas, el KKK estaba más calladito. Sin embargo, ahora afirman que este movimiento está empezando a resurgir como respuesta a la inmigración en general y los movimientos latinos en particular en norteamérica.

Ahora, una semana después de las protestas antifascistas en Barcelona, la ultraderecha ha convocado para el próximo sábado una conferencia del ex congresista por Luisiana David Duke, antiguo líder del Ku Klux Klan, en esta ciudad.

Hablará del «creciente y el casi omnímodo poder del lobby judío norteamericano». Será una exaltación de racismo y antisemitismo.

Como todavía queda gente sensata, algunos ya han empezado a protestar ante el TSJC. Pero de momento la convocatoria sigue en pie. Habrá que esperar a ver qué pasa.