Sábado de Carnaval

Lunes de resaca. El sábado pasamos un gran día de carnaval en el campo. Se nos hizo corto, pero sirvió para suplir todo lo que nos habíamos perdido durante la semana. Repetimos la faena del año pasado. El infeliz puso su casa (¡gracias!) y allí nos presentamos dispuestos a darlo todo. Faltaron algunos de los del año pasado, pero estábamos suficientes. Alguno que otro habló de cuatro generaciones presentes….. Que conste que no fui yo.

 

Como digo, íbamos dispuestos a darlo todo y dejar el pabellón bien alto. Teníamos que superar la fiesta del año anterior. Y no me equivoco si digo que lo hicimos. Vaya si lo hicimos….

 

Tuvimos casi de todo. Disfraces, cerveza, tapitas, cerveza, una paella atropellada sin langostinos, cerveza, conversaciones al solecito, cerveza… Cuando empezó a hacer frio, todos al garaje. Actuación de chirigota en directo, copas, risas, copas, tonterías varias, copas, entierro de un filete, copas, gitanas vestidas con bolsas de basura, copas, ….

 

Al final, el gran Rolando hizo su acto de aparición y se convirtió en la estrella de la noche. Hubo sevillanas, rumbas y cantes varios. Nos lo pasamos de lujo, aunque poco a poco se iba notando en las caras el efecto de las copas. Yo me lo pasé pipa observando el cambio en la gente, por eso de que no podía beber para conducir… Eso sí, la única por la que parecían no pasar las horas era nuestra querida Amparito Charquito, que con su barra de labios en el bolsillo, se iba dando los pertinentes retoques… Ya sabéis, ella antes muerta que sencilla….

 

Aquí os dejo algunos de los mejores momentos seleccionados. Aunque hay más, muchos más….

Para empezar, el grito de guerra «Yo quiero vivir en Valverde» y también un poquito de copla.

Si todavía os habéis quedado con ganas de más, pasad por aquí.