Leo un artículo en El País con el que me siento bastante identificada. ¿Quién no lleva de lunes a viernes una auténtica lucha contra la bandeja de entrada? No se cuántos correos electrónicos puedo recibir al día, pero más o menos calculo que unos 60.
Se que no es una barbaridad y que hay gente que lo tiene aún peor, pero a mí la cosa me estresa. Lo peor es que lo que me causa angustia son los correos con información comercial que no me interesa en absoluto. Por más que lo intento, no termino de conseguir que todo me llegue como spam.
Pero digo yo ¿no me angustia todavía más que un día el correo electrónico no me funcione? En resumen, no se de qué me quejo. Disculpen que hoy tenga el día tonto, pero se me terminó la jornada intensiva.