Hoy no tengo demasiadas ganas de escribir. Estoy triste, más bien impotente. Pienso en que la vida es muy injusta en ocasiones. Necesito recordarme en momentos así que, a pesar de todo, vivir es increíble.
Nadie mejor que Noa para recordarme que Life is beautiful that way.
Tenemos polémica para rato en el sector de publicidad en Sevilla. Sinceramente, alguien ha cometido un error de los gordos y se acaba de marcar una tremenda mancha negra en la imagen de su empresa.
Resulta que ahora el Guadalquivir pasa por Palma de Mallorca. Como lo oyen; y no crean que me he vuelto loca.
La Consejería de Turismo ha editado un folleto publicitario para promocionar la campaña «Guadalquivir Turístico», una serie de proyectos para la activación de diferentes zonas por las que discurre el río donde se ha invertido gran cantidad de dinero. El problemilla ha sido la imagen elegida. Han ilustrado el folleto del Guadalquivir con una imagen de la catedral mallorquina.
En el acto de presentación, me imagino las caras de los que iban recibiendo la fotografía y se encontraban con la catedral de Mallorca a todo color pasando por ser la sevillana.
Y me pregunto ¿cómo nadie se dio cuenta del error garrafal? Vale que el diseñador estaba dormido ese día, que el supervisor no tenía tiempo de revisar la campaña, que al que tenía que imprimirla la cuestión le importaba un soberano pimiento pero ¿y el responsable de campaña que tenía que aprobarla? ¿En serio es posible que nadie se de cuenta de esto?
En fin, que tenemos polémica y no es para menos porque la cuestión manda narices. Veo al que la haya diseñado haciendo folletos de Media Markt para el resto de sus días ¡el pobre!
