Cuando llevas un tiempo viviendo en Barcelona, dedicar un día a pasear por Sitges es una opción fabulosa. Elige un fin de semana con sol (disfrutar de una zona donde el mar es gran parte del encanto es muy difícil con lluvia, viento y frío) y en el que tengas ganas de caminar sin mayores pretensiones que disfrutar de las calles, el paisaje, el mar y la compañía.
No esperes grandes museos ni una jornada atareada de cosas que ver con un mapa en la mano; ve a Sitges buscando un día de descanso acompañado de buena comida y agradables paseos.
Un poco de historia. Sitges y el modernismo.
Sitges vivió durante el s.XIX una época floreciente. Allí llegó Santiago Rusiñol en 1891, quien convertiría a este pueblo de la costa catalana en la cuna del modernismo que poco después pondría en el punto de mira internacional a Barcelona.
Sitges sirvió entre 1892 y 1899 de lugar de encuentro para los artitas modernistas. Aquí organizó Rusiñol las cinco fiestas que congregaron a los literatos, músicos, críticos, escultores y pintores más importantes de Cataluña y que hicieron que este pueblo marinero se convirtiera en la Meca del Modernismo.
Si vas a Sitges con ganas de algo más que sol, comida y paseos por la playa, todo lo interesante que verás en su centro histórico será modernista.
Llegamos a Sitges en tren desde Barcelona. Nada más salir de la estación y caminar hacia el centro, comenzamos a ver algunas de las casas modernistas que todavía conservan con mimo; unas en proceso de restauración y otras convertidas en preciosos hoteles o restaurantes. Los responsables de estas edificaciones fueron en su mayoría los «hijos» de la villa de Sitges que volvieron ricos de las colonias españolas y se convirtieron en una nueva burguesía que, cansada de la estética de los edificios de la época de la industrialización, deseaban destacar construyéndose pequeños palacetes de estética modernista.
¿Qué puedes visitar?
Mi consejo es que sigas las recomendaciones que encontrarás de rutas modernistas. Partiendo desde la estación de tren, llegarás por la calle L’Illa de Cuba o calle Francesc Gumà hasta Cap de la Vila y en ese tramo ya habrás tenido la suerte de encontrarte con varias fachadas modernistas. Seguir leyendo «Visitar Sitges. Paseos y tranquilidad.»