Leo hoy en el blog de Sonia Blanco que Canal Sur ha decidido retirar de la parrilla el programa que hasta ahora hacía a muchos sufridores de María del Monte. No es que yo tenga nada en contra de esta señora en general, pero en todo este tiempo no he logrado entender qué hacía delante de una cámara de televisión.
Ahora parece que por fin la razón ha llegado a la televisión andaluza y nos la quitan de delante. Por suerte, yo nunca he sido su sufridora. Principalmente porque a la hora de su programa una servidora está en el trabajo, aunque si no fuese así tampoco se me habría ocurrido nunca sentarme a escucharla.
Como decía, Canal Sur echa el cierre a «La tarde con María«. Lo interesante es como comenta Sonia Blanco que lo hacen después de un estudio del Consejo Audiovisual en el que esbozan algunas indignantes razones.
El estudio realizado por el Área de Contenidos del Consejo Audiovisual de Andalucía detecta en «La tarde con María» una serie de prácticas que confunden el objetivo de entretener con una intención informativa de actualidad.
Se ha revelado, igualmente, una concentración temática en sucesos e incluso hechos luctuosos de alto impacto: tragedias personales y sucesos ocupan el 75% de los contenidos del info-show y el 90% de las materias que abren el programa están relacionadas con la crónica de sucesos, policial o de tribunales.
Si, ciertamente, la deformación y la mueca han de apreciarse como estrategias cosustanciales al género humorístico, provocadoras de la risa a que aspiran, ello no justifica que en el bloque de humor de «La tarde con María», que ocupa más de la mitad de tiempo del programa, se exhiban insistentemente un lenguaje malsonante, gestos inadecuados, chistes groseros en su exposición y referencias sexuales de gusto discutible.
Los contenidos seleccionados en esta sección proyectan, además, una imagen de la cultura andaluza basada en el trillado y legendario conjunto de interpretaciones deformadas sobre Andalucía y los andaluces (…) «La tarde con María» ofrece una imagen simplificadora de la realidad, de una sociedad estancada e inamovible en sus creencias, estructura social y cultural, lenguaje, formas de relaciones e identidad, que oculta la dinámica social compleja de nuestra Comunidad Autónoma, y se reiteran estereotipos ridiculizantes que, a su vez, vienen siendo utilizados por otras cadenas a modo de burla para insistir en estos mismos tópicos…
No puedo estar más de acuerdo con el informe. El programa, más allá de que algunos dirán que servía de entretenimiento para la gente mayor, me parecía maleducado, patético, chismoso e insultante. Sin embargo, después de la alegría por el cierre me pregunto qué va a sustituir este espacio. Y ahí va la respuesta, Juan y Medio, otro mítico de la cadena. ¿Harán un programa diferente o será más de lo mismo pero con otro presentador? Y otra reflexión. Todo lo que se argumenta para el cierre de este programa, ¿no lo cumplen también Ana Rosa Quintana, María Teresa Campos, Jorge Javier Vázquez, Jaime Campuzano….?