Odio los lunes. Ya lo sabéis. No me gusta la sensación de levantarme temprano y salir para la oficina después de un par de días de descanso.
Desde hace un tiempo, me gustan menos aún. Cada lunes, cuando casi estoy llegando al trabajo, presencio la misma escena. Personas sorteando en el acerado las basuras que riegan toda la calle gracias al Burguer King de la esquina.
Me parece sencillamente asqueroso. No se si el problema está en que los empleados del local no se toman la molestia de meter las bolsas en el interior del contenedor, si es que los contenedores que hay son insuficientes o si es que los basureros se vuelven un poco perezosos los domingos por la noche.
La cuestión es que me parece lamentable que los peatones tengamos que ir saltando entre hamburguesas como si de un campo de minas se tratase. Por no hablar de lo que sufro al ver al pobre barrendero que tiene que pasarse más de media hora escoba en mano para intentar arreglar un poco aquella guarrería.
La situación es bastante cómica. Tú vas tempranito, con tu café y tus tostadas en el estómago, y te ves obligado a pasar entre restos de carne, patatas y bolsitas de ketchup.
Lo se, se les están revolviendo las tripas y deben haber puesto cara de asco. Lo hice a propósito. Es algo que me repugna cada lunes.
Sevilla, desgraciadamente, está muy sucia y lo más grave es que no sólo cuestión de inversión pública. La falta de civismo es escandolosa.
Una pena, tienendo un ciudad tan bonita como la tenemos…
Es una verdadera lástima este tema. Por curiosidad, ¿las bolsas negras están rotas porque allí también hay una cantidad considerable de perros callejeros o es otra cosa (que no las cerraran desde un principil, etc)?