Apuesto a que más de uno de los que me conocen a mí y a mi familia está leyendo esto después de haber curioseado por entre las caras de la foto. Aunque sea uno de los grandes topicazos, cada vez tengo más claro que la felicidad se esconde tras las cosas más corrientes. Y pocas cosas hay más corrientes -aunque no las hagamos con la frecuencia que nos gustaría- que pasar un día en familia.
Fue hace unos meses. El bautizo de la más pequeña de la familia nos reunía a todos en un día que se prolongó con comida y copas. Tres generaciones de Arroyos reunidos. Después dicen que nos caracteriza el genio -y tampoco falta razón en ello- pero creo que nos caracteriza incluso más la risa provocada por las bromas con mala uva.
Para terminar, frase de mi abuela que viene como anillo al dedo: «No estamos todos los que son, pero sí somos todos los que están».
OHHHHHHHH Anita precioso detalle con tu familia ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Ya estamos tardando en organizar algo.Un beso
Que buena entrada. Aunque, para mi, lo peor es que no salgo en la foto. Ponme ahí con el Photoshop!!! Jejeje.
Un beso. Fer
ay, niña que tonterias me pones en el blog.
un poquito más de transcendencia.
Fotografia entrañable.