Esta mañana estamos teniendo una pequeña discusión en el trabajo sobre lo que es pasar frio y calor. Yo lo tengo claro.
FRIO: Esa sensación que se apoderó de mi cuerpo en los lagos de Covadonga en nuestro viaje por tierras asturianas. Hacía sol y era agosto, pero de repente nos vimos rodeadas de niebla y lluvia. Me calé hasta los huesos y mis zapatos eran esponjas empapadas de agua. El pelo empapado, los pies helados. Eso es frío.
CALOR: Creo que nunca he tenido más calor que en Egipto. Calor es estar a las 3 de la tarde en junio en la presa de Aswan y soportar un aire que te asfixia. Si cierras los ojos, puedes imaginarte que estás en casa y que alguien te ha puesto un secador a 1 centímetro de la cara.
Pero no, estás en Egipto empapada en sudor. En el templo de Philae tuve que comprarme dos botellas de agua y echármelas literalmente por encima. Eso es calor. Entrar en la pirámide de Keops no es tanto calor, más bien humedad y sensación de hermetismo. Al salir, en medio del desierto, eso es calor.
yo frio frio en ginebra un septiembre, creia que me moria de frio y calor cuando estube con juan duque en marruecos que llegamos a marrakech a las 3 de la madrugada y cuando nos levantamos creiamos que nos moriamos de calor ah y cuando me baje por primera vez del aviòn en la republica dominicana nos dio una bofeta LA CALÒ como pa morirno fijate que no fumaba en aquel momento y empece a fumar del tiron
Jajaja. Me lo estoy imaginando. Pero di yo, ¿qué tiene que ver el calor con fumar?