Es probablemente el día que con más ilusión espero de todo el año. Sé perfectamente cómo transcurrirá cada minuto del día. Esta tarde saldré de trabajar, nerviosa, muy nerviosa. Llenaré el coche de paquetes de colores con etiquetas que los adjudican a cada uno de los miembros de la familia.
Una hora en el coche para pensar y elucubrar sobre cuáles serán mis regalos. Llegaré a Valverde más nerviosa aún, entraré en casa, soltaré todo y me iré a ver la cabalgata. Buscaré las caras de ilusión de los niños en el parque, en casa de mi abuela Ana y finalmente en la plaza.
Después me iré a casa, cenaré con parte de mi familia y me iré pronto a dormir. Nada más hayan dado en el reloj las 7.00 mi hermano se despertará, entrará en la habitación y me quitará las mantas mientras grita. A partir de ahí, empezaremos a abrir regalos y a disfrutar cada uno de esos momentos.
Lo que es seguro es que los Reyes pasarán por las casas. Así que sean listos y vigilen las ventanas.