Si a mí me tuvieran que dar dinero cada vez que me quedo esperando a alguien que llega tarde, sería medio millonaria. Eso no me pasa con mis amigos, cosa que es normal. Pero tampoco me ha pasado nunca viajando en AVE.
Especialmente en mis momentos de estudiante en Madrid (años en los que me he tragado muchos viajes en buseto por no poder pagar los 120€ del Ave), soñaba con que un día el tren se retrasase para que me devolviesen el dinero. De lo que siempre me quedó duda es de si, en caso de que ocurriese, se lo confesaría a mis padres o invertiría las perras en algo para mí. Como nunca me tocó decidirme, no me hizo falta solucionar mis problemas de conciencia.
En 7 años, tengo que reconocer que sólo llegué tarde en el Ave 2 veces. Pero ¡qué casualidad! siempre debido a una de esas excepciones ajenas a la empresa ferroviaria que hace que no tengan que reembolsarte el dinero. Ahora leo el tema de las devoluciones en el Ave a Málaga y digo ¿a quién le importa? Total, si yo hubiera ido montada, seguro que habría sido una excepción.