Al principio me costó un poco ponerlos de acuerdo y lograr que se llevasen bien. Pero después de un par de ajustes de cables y entradas y livianas negociaciones, he conseguido que la tele y el EEE se pusiesen de acuero.
Así es como el pequeñín se hizo grande. A partir de ahora, ver las pelis en el sofá será tarea rapidísima.
Por no hablar de que se acabó el forzar la vista.
Esque no hay cable que se te resista.
Besos
Anda niña, alegrome pues…
Parece que te vuelve la inspiración. Por lo menos en lo jocoso. Yo me he reído bastante con la imagen. Un beso. Por cierto, has puesto ACUERO, en vez de ACUERDO.