Estudiando a veces estableces conexiones raras, muy raras. Hoy, sin darme cuenta, estaba leyendo las ideas de Weber para mis próximos exámenes de sociología y mi mente ha conectado tres nombres en un mismo pensamiento: Belén Esteban, Mariano Rajoy e Israel Ruiz. Tranquilos que ¡no me he vuelto loca! Todo viene a raíz de esta frase; y seguro que cuando la leáis, entendéis de qué hablo.
Un líder no necesita tener cualidades sobresalientes. Su carisma depende más del grupo de seguidores y del modo en que estos definan a su líder carismático. Si los seguidores definen a su líder como carismático, entonces es probable que éste se convierta en un líder carismático, independientemente de si posee o no cualidades sobresalientes. Un líder carismático puede ser entonces cualquier persona ordinaria; lo importante es el proceso por el cual dicho líder se distingue de la gente corriente y se le trata como si estuviera dotado de poderes sobrenaturales, sobrehumanos o al menos excepcionales, o de cualidades que no son accesibles a la gente normal.
Leí esto y me paré a pensar: ¿son más tontos Rajoy o Belén Esteban por pensar que son carismáticos o los tontos somos nosotros por darles un carisma que no merecen y olvidar a otros como Israel Ruiz?