Siempre he pensado que grabando un trocito de la vida de cualquier familia española podía salir una película interesante. Casi siempre lo que nos hace pensar y reir más es lo que tenemos justo delante de nuestros ojos. A menudo nos perdemos buscando grandes cosas y nos olvidamos de lo que tenemos en nuestro día a día.
Paco León ha hecho una película de lo obvio. Ha montado una historia que podría ser perfectamente real, ha convertido lo cotidiano en algo fabuloso narrado con un guión ingenioso y brillante por sencillo. No comparto tanto que tenga carácter de documental. Un documental es algo más, tiene una intención. Para mí, lo genial de «Carmina o revienta» es que no pretende ir más allá de hacerte reír con lo sencillo. Planta una cámara delante de un personaje interesante, lo deja hablar y sale una historia hablando de lo típico, lo cotidiano.
Lo extraordinario de la película es precisamente que sea ordinaria. Puedo imaginarme a muchas señoras parecidas a Carmina que podrían contar historias igualmente merecedoras de una película así si simplemente las dejásemos hablar de manera natural mientras las grabamos.
Un 10 para los diálogos. Sobre todo para los de Carmina consigo misma. Pensar que es la primera vez que actúa te hace pensar en el talento innato que muchos tienen. Creo que es el caso. Y para colmo la han grabado en 11 días y con 100.000 euros de presupuesto.
El propio Paco León se ha arriesgado mucho con el estreno. Lo explicó en el Festival de Cine de Málaga. Y ayer saltó la polémica cuando anunció que la cinta se estrenaría hoy al mismo tiempo en salas e internet. Muchos distribuidores han decidido sacarla de cartelera. Ellos se lo pierden.
Paco León ha decidido cambiar las reglas del juego y su película está disponible en internet. Disponible como debe estar. Con el mejor método antipiratería que existe: poner las cosas a un precio asequible y adecuado a la forma de distribución para que todo el mundo pueda llegar a ella.
La industria del cine español, en cambio, ha vuelto a demostrar que vive en el siglo pasado. Paco ha decidido que cada uno pueda ver la película donde quiera: el que quiera verlo en una sala de cine, a pantalla gigante, con palomitas, saliendo de casa, convirtiéndolo en un evento social. El que, en cambio, quiera disfrutarla en su casa, también tiene la opción por un precio adecuado al formato de distribución: internet, televisión a la carta, y DVD.
Yo acabo de verla en filmin después de pagar 1’95 euros. Haced lo mismo y después comentamos.
A mi también me ha encantado, tanto la película en sí como la forma de distribuirla, por ahí puede ir el futuro comercial del cine y una importante lucha en contra de la piratería. Un 10 para paco león y para Carmina, pedazo de interpretación que se pega.
Necesitamos más ideas así 🙂
Yo estoy apuntado al mismo carro, también he escrito sobre la gran idea de Paco. Este fin de semana tocará comprarla en filmin y verla también.
Rafa, creo que te gustará verla. Yo me reí mucho ayer. Y la idea de distribución de Paco me parece una lección para la industria.