La escritora Lucía Etxebarría ha dicho que no piensa escribir más libros por culpa de la piratería. Resulta que se queja de que la gente compra cada vez menos sus novelas y apunta a que ¡las descargan de internet! Y claro, así ya no tiene sentido seguir dándole al tarro e imaginando historias, lugares, personajes. Ni siquiera se habrá parado a pensar que -quizás- lo importante para un escritor no debería ser tanto cuánto vende sino quién lee sus historias ¿no creen?
Por supuesto, al margen de eso, un escritor debe poder ganarse la vida con sus creaciones. Eso es indiscutible. Lo que es discutible es la manera de ganar dinero con ellas. Seguro que no se ha parado a mirar de cerca qué están haciendo otros, qué diferentes opciones existen y por qué el modelo de negocio en el que ella y tantos otros siguen empeñados en moverse está mandado a recoger desde hace tiempo.
Debería leer las palabras que le ha dedicado Hernán Casciari. Durante 2011 en Orsai han editado cuatro revistas. Han vendido siete mil ejemplares de cada una, se han descargado seiscientas mil.
Lucía: tenés un montón de lectores. Sos una escritora con suerte. El demonio no son tus lectores; ni los que compran tus novelas ni los que se descargan tus historias en la red.
No hay demonios, en realidad. Lo que hay son dos mundos. Dos maneras diferentes de hacer las cosas.
Está en vos, en nosotros, en cada autor, seguir firmando contratos absurdos con viejos dementes, o empezar a escribir una historia nueva y que la pueda leer todo el mundo.
A-tish