Llegar hasta el Nest Point en la Isla de Skye es uno de los caprichos de Escocia. El lugar es remoto, pero se accede hasta este punto dominado por un coqueto faro por un fabuloso pero obligadamente lento passing place. Nos llevó casi 3 horas encontrarlo, pero mereció la pena.
Nos sirvió para rematar el día de la mejor forma. Aunque bajar hasta el faro y subir es un salto de fe para las rodillas de cualquiera, una vez allí observé uno de los atardeceres más bonitos que han visto mis ojos. Azul intenso con un sol cuya luz luchaba contra unas voluminosas nubes.