Me encantan los niños traviesos. Acepto que para sus padres deben ser un martirio, pero para los que pasamos sólo algún que otro rato con ellos me parece que son divertidísimos. Es difícil captar en una fotografía una cara que identifique de verdad a una persona y la muestre tal como es. En esta foto pillé de casualidad a Pedro como de verdad es, un auténtico niño canalla.
Pedrito es la caña, sencillamente. El niño melón, jajaja.
Eso es algo indiscutible… Ya sabes que soy fan!