El mes pasado me animé a firmar el Manifiesto Periodismo y Derechos Humanos. Creí en lo que decía y en la seriedad de las personas que estaban detrás de la iniciativa. Desgraciadamente tienen mucha razón en lo que dicen: el periodismo necesita reciclarse, alejarse un poco de intereses económicos y recuperar el valor social que nunca debió haber perdido.
La defensa de los Derechos Humanos es una de las tareas primordiales del periodismo y los periodistas no podrán ejercer su labor si sus propios derechos humanos son vulnerados.
La independencia de los periodistas es vital para la sociedad y el periodismo es un servicio público a los ciudadanos que no puede estar sometido a intereses políticos o económicos particulares.
En su momento pensé que el Manifiesto debía ser una oportunidad de hacer algo por la profesión y parece que no me equivoqué. Acaban de lanzar el blog P+DH, periodismo y derechos humanos con una declaración de intenciones que debería remover conciencias. ¿A qué han venido?
- A hablar y conversar sobre eso tan denostado en los cientos de blogs y congresos sobre periodismo: el contenido. El contenido del periodismo y su función social son las únicas vías para salvar la profesión. Y al periodismo no hay que salvarlo para que no nos quedemos en paro – que también – sino porque no existe una sociedad sana de verdad sin periodismo de verdad.
- A hablar con aquellos que trabajan con los derechos humanos y el servicio público como marco ético de su día a día como periodista. Lógicamente el periodista nunca es el protagonista de las historias. Pero la asunción del papel de testigo y narrador no es incompatible con que haya profesionales a los que merezca la pena escuchar y de los que merezca la pena aprender.
- A observar cómo se comportan los medios; con qué cuidado tratan determinados asuntos y cómo les traiciona la indiferencia con otros.
- A saber si estamos preparados para aprovechar el futuro para volver a la esencia. La tecnología y la información redistribuida pueden devolver al periodista al papel que nunca debió dejar para dedicarse a la burocracia de las redacciones.
Seguro que ya tienen preparadas muchas otras cosas y nos darán más de una alegría. Empiezan pisando fuerte con una entrevista a Walter Astrada, uno de los fotoperiodistas que más tiene que decir ahora mismo en temas de derechos humanos.
Para Juanlu, Jessica, Lydia y el resto del equipo ¡suerte! y pedid lo que necesitéis. Para los demás, animaros a firmar si creéis en un periodismo más comprometido.
Muchas gracias, Ana. Todos podemos ayudar. Por lo pronto, eligiendo bien lo que vemos/escuchamos/oímos/consumimos. Después, como periodistas, tenemos campo libre para correr….
yo no dije por lo de calle 13 , yo digo por los itmeranigs , i mira los documentales que ai fijate como venden drogas los bolivianos aca