En tiempo de vacas flacas hay que agarrarse a lo que sea para mantener a flote un negocio. Esto debieron pensar en una tienda de Grazalema que me encontré hace unas semanas donde nos permiten pagar con pesetas cualquier artículo. Eso sí, sólo admiten billetes que después la chatarra no hay quien la suelte.
La crisis va en serio y, si para que un cliente compre hay que aceptarle un billete antiguo, pues se acepta y santas pascuas. También es posible que la tienda sea de uno de esos nostálgicos que recuerda con cariño a esta moneda y añora los tiempos en el que la paga de los domingos eran 20 duros.
Una cosa queda siempre clara. Si quieres algo, lo tienes que pagar. Tú eliges la moneda pero después de todo «Nadie da duros a cuatro pesetas«.
Habrá que ver los precios…