Ayer leía que han despedido a una mujer en Barcelona. La chica ha sufrido un accidente de moto y se encuentra en coma ingresada en un hospital desde hace tiempo. No puedo evitar sentirme un poco mal cuando veo que la gente se sorprende de la noticia mientras que a mí me parece totalmente comprensible. ¿Será que hoy estoy un poco insensible?
La cuestión es que la propia empresa reconoce la improcedencia del despido y da a la trabajadora la correspondiente indemnización por ello. Entiendo que la familia se queje de la falta de moral del empresario, pero al mismo tiempo me pregunto: ¿qué debe hacer entonces este hombre?
Parece que la ley siempre deba estar de parte del trabajador más débil. Pero si este hombre tiene que mirar por su negocio y está indemnizando a la trabajadora por un despido que se ve obligado a hacer ¿tan mal hemos de juzgarle?
La verdad es que es una situación muy compleja, pues debemos practicar la empatía y situarnos en ambos lados. Al hacerlo… no sacaremos una conclusión práctica, sino un decisión objetiva que de nada nos sirve, pues según el prisma que se utilice cambia la moral reflejada.
Si la empresa es una gran compañía, que esto no quiere decir que no le afecte la crisis pero que la llevará mejor que un negocio familiar, la decisión tomada es algo extrema, pues el dinero que suelen mover es mucho mayor que lo que supone un sueldo. Si la empresa es pequeña y de corte familiar, sustentada por un empresario medio-bajo que tiene un par de tiendas o tres, es comprensible la actitud tomada para evitar que la baja y otro sueldo no sea rentable a final de mes.
Si tomamos empáticamente la situación de la afectada, en coma, es probable que lo creamos injusto, pues si fuera un familiar mío o alguien cercano, me parecería una jugarreta por parte de la empresa o empresario. Y es casi seguro que no me importara el grado de dinero que posee su jefe a la hora de clasificarlo moralmente, pero la situación agravaría la decisión de éste.
Como he dicho, es un tema complejo, y que al observarlo desde fuera nos puede contrariar objetivamente.
Un beso.
@el aguaó Totalmente de acuerdo. Es un tema muy complejo y que se ve de una manera u otra según la posición que se tome. Pero lo que he querido transmitir es que tampoco me parece justo que siempre se tache de amoral a los empresarios.
Si te sirve de consuelo yo también lo veo como tú, pero desde luego lo espectacular de los titulares en prensa hacen que el pueblo dicte sentencia contra dicho empresario.
Un placer que te hayas pasado por mi weblog.
Saludos
Dices que parece que la ley deba estar de parte del trabajador más débil, cuando a mí me parece que es justo al contrario. El empresario despide al trabajador sabiendo que, aunque el despido sea improcedente, le paga la indemnización y listo, pero el otro se va a la calle. Antes, sin embargo, era el trabajador el que decidía si prefería la readmisión o la indemnización.