Hoy estoy feliz. Ya ayer por la tarde presentía que esto pasaría. Salí a la calle después de una atareada jornada de trabajo y me recibió una tarde de lluvia otoñal de esas que me encantan por mojarme los dedos que sobresalen de las sandalias. Me gustó empaparme y, sobre todo, oler.
Esta mañana, nada más abrir los ojos, se me dibujó una sonrisa gigante en la cara. Me levanté tapada por el frío de la noche y, mientras desayunaba, pensé que ya era hora de volver a ponerme algún pantalón largo.
Lo mejor estaba por llegar. Hace 3 meses que abandoné la dura experiencia de los pisos compartidos con extraños y me instalé en un nidito fraternal con mi hermano en Los Remedios. Desde entonces, vengo al trabajo en bicicleta y me encanta.
Lo mejor del día hoy ha sido salir de casa con fresquito, coger la bici, colocarme los cascos con buena música y atravesar el puente. Que me reciban todas las mañanas el frescor del río y la Torre del Oro al fondo está, simplemente, de lujo.
Me encanta Sevilla, esa foto me recuerda jueves santo por la tarde
Pues sí. Te entiendo perfectamente, y suscribo cada una de tus palabras.
Una mañana estupenda para dar una vuelta en bici, se señora. Volver a las 14.00 ya fue otro tema
En bici por Sevilla. Me recuerdas a Banyuken…
conduciendo una bici y con los cascos puestos???????
sáltate unos semáforos en rojo y así terminas de jugarte la vida!