Me gustaría saber más sobre los conflictos en Oriente de lo que se. Conozco la actualidad de lo que pasa, pero a menudo me pierdo por el desconocimiento de la historia que hay detrás de esos enfrentamientos. Uno de los que mejor conozco, gracias a un trabajo que tuve que currarme durante meses en la facultad, es el de Israel. Con los demás, tengo trabajo pendiente. Gracias a las charlas con Moeh (más que escasas desde que abandoné Madrid) y su blog, me aclaro poco a poco en algunos asuntos.
Hoy, irónicamente, me sorprendo al comprobar que no me sorprende una noticia publicada en El País. EE.UU. apoya a Israel y los palestinos tienen a los americanos como sus principales enemigos. Educan a sus hijos en este odio antiyankee desde enanos. Es triste y, más aún, muy peligroso.
La marioneta protagonista representa a un niño palestino que acusa Bush de las desgracias de su vida. Primero, el niño dice que Bush ha matado a su padre en la guerra de Irak. Luego, el muñeco asegura que el presidente estadounidense también es responsable de la muerte de su madre en Líbano por culpa de su complicidad con los sionistas de Israel. Y la misma complicidad ha causado el asesinato de sus hermanos en el holocausto de Palestina.
«Eres un criminal, Bush, un hombre despreciable. Me hiciste huérfano. Me privaste de todo», dice la marioneta palestina antes de blandir la «espada del Islam» y matar a otra que representa al presidente de EE UU, George W. Bush.