NO SEAMOS VAGOS… TRABAJEMOS MÁS….

Desde ayer estoy indignada. Parece que todavía no trabajamos bastantes horas al día. Es insuficiente empezar en la oficina a las 9 de la mañana y salir a las 7 de la tarde (eso sin contar por supuesto las horas extra que nos quedamos con demasiada frecuencia). Me resulta una auténtica ironía que pretendan ampliar nuestras horas de trabajo. Vamos a tener que limitarnos a vivir para trabajar y dejaremos los domingos para nuestras familias, amigos, parejas, ocio, entretenimiento, descanso, relax… Total, ¿para qué necesitamos más? Toma patada en los huevos (ups, perdón. Se me escapó).

La Unión Europea ha aprobado un acuerdo que permitirá ampliar la jornada laboral hasta las 60 horas semanales. Hay quien todavía nos dice que no tenemos por qué alarmarnos. Total, lo único que rompe es un derecho social consagrado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hace 91 años. Poca cosa. Es que somos muy exigentes.

Ahora no se llevan los derechos de los trabajadores, sino el opting out británico. Mola más para las derechas europeas. Éste es el sistema que ha ejercitado el Reino Unido desde el año 1993 y permite que cada trabajador pueda pactar con su empresario libremente el tiempo de trabajo. Ahora se va a convertir en norma general europea. ¡¡Vivan los avances sociales!!

Lo único que me consuela es que España se ha opuesto desde el principio a una norma que ha necesitado seis intentos y cuatro años de negociaciones para salir adelante. La iniciativa estuvo desde el principio bloqueada por España, Francia e Italia. Pero claro, ha sido llegar Sarkozy y Berlusconi y se han ido todos los derechos sociales al cubo de la basura.

De todos modos, no se me alarmen. Tranquilos. Que dicen que hay contempladas salvaguardas para garantizar que el opting out sea aceptado por los trabajadores voluntariamente y no forzados por temor al despido. Sólo tendremos que firmar un bonito consentimiento por escrito para trabajar más de 48 horas y renovarlo cada año.

Bueno, ahora ya me veo más protegida. A ver si lo he entendido bien. La norma no me obliga sino que es voluntariamente aceptada. O sea, que si ahora ya me cuestra bastante sudor salir de la oficina más o menos a mi hora y llevar un ritmo de trabajo que no me ahogue demasiado (como máximo salir a las 9 de la oficina, algún sábado currando y peticiones de varios clientes que atender con máxima urgencia y prioridad), después sólo tengo que contarle a mi jefe que a mí no me va el opting out y me dejará a mi libre albedrío.

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8 comentarios

  1. Es tremendo niña, cada día tengo mas claro que ésto tiene mala pinta, tengo la sensación de que vamos en un tren a toda máquina, sin frenos y por una via muerta. Si te pones a pensar en diversos temas, pobreza, integrismos religiosos, economias sumergidas y emergidas, locos que dirigen paises fundadores de civilización (el del pellejo estirado…), otros imbeciles matando por una frontera y mientras algunos pocos en las Bahamas, viviendo y jugando al golf, mientras con el mando a distancia deciden que interes pagamos en las hipotecas. El día que aparezca un iluminado/a, con don de palabra y que arrastre a los cabreados, nos echamos a la calle y con sus cajas fuertes haremos barricadas…

  2. LLevas razón…¿A dónde quedan la vida personal, el equilibrio físico, emocional y la armonía para desempeñar la labor, la alegría y el gusto por trabajar en lo que deseas… de todo trabajador/a que tenga que cumplir tantas horas de trabajo? El planteamiento de este acuerdo es estresante. En fin mucho ánimo y ojalá sea cierto lo que comentas de que los trabajadores/as se pueden acoger voluntariamente (que como en casi todo lo dudo, porque la presión hace que finalmente te acojas sí o sí). Un abrazo

  3. Une étrange folie possède les classes ouvrières des nations où règne la civilisation capitaliste. Cette folie traîne à sa suite les misères individuelles et sociales qui, depuis deux siècles, torturent la triste humanité. Cette folie est l’amour du travail, la passion furibonde du travail, poussée jusqu’à l’épuisement des forces vitales de l’individu et de sa progéniture.

    PAUL LAFARGUE, Le droit a la paresseE DROIT À LA PARESSE

    Traducción: «Una extraña locura posee a las clases obreras de las naciones donde reina la civilización capitalista. Esta locura trae consigo las miserias individuales y sociales que, desde dos siglos, torturan a la triste humanidad. Esta locura es el amor al trabajo, la pasión furibunda por el trabajo, llevada hasta el agotamiento de las fuerzas vitales del individuo y de su prole.»

    Así empieza ‘El derecho a la perece’, de Lafargue, uno de los que ayudaron a fundar el PSOE y yerno de Don Carlos Marx.

  4. Bienvenidos a las miserias del Inframundo: en América Latina hace mucho que sabemos de esto. Y les puedo decir que ahora de lo que se trata es de que ustedes tengan miedo, como lo tiene aquí la mayoría de los trabajadores, hasta que sientan que deben besar los zapatos de los patrones y accionistas por permitirles trabajar 60, 70 o más horas en sus putas empresas o instituciones… o hasta que un día dicen basta y escogen el camino de la resistencia o el exilio. La organización política, la sobrevivencia en el límite, o el camino del narcotráfico, la guerrila o el exilio (legal o ilegal, da lo mismo) cuando se revienta con una vida jodida de puro trabajo.

    Nuevamente, han recordado el origen de la palabra trabajo: Tortura.

    ¿Todavía hay quién duda de la necesidad de eliminar este sistema de producción y todo lo que significa?

  5. El problema en nuestro país es que es poco productivo……. El motivo de que los tipos de interés suban se debe a que los españoles nos endeudamos hasta la cejas, cegados por la avaricia y la buena «vidorra» que tanto nos gusta…..

    ¿quien de ustedes no conoce a alguien que ampliara su hipoteca para comprarse un cochazo de la ostia o pegarse unas vacaciones con su tarjeta de credito?

    Pedir prestado implica «prometer que trabajarás para pagarlo» y eso genera riesgo.
    El problema no es de vuestro jefe sino de vuestra avaricia….. primero ustedes generan deuda con sus prestamos hipotecarios y tarjetas de credito y luego, al ver que esas cosas no les dan la felicidad se ven acorralados o obligados a trabajar durante muchos años para pagar las cosas de las que ya disfrutaron por adelantado…… ¡¡ si es que no damos aprendido!!

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